ELEMENTOS IMPORTANTES EN UN ESTUDIO DE FOTOGRAFÍA
UN ESTUDIO DE FOTOGRAFÍA PUEDE SER MENOS COSTOSO DE LO QUE TE IMAGINAS
Como sucede en todas las profesiones, existe una especialización profesional que es la fotografía de estudio. Muchos fotógrafos tienen en mente al principio que un estudio puede resultar muy caro y difícil de montar, porque pretenden equiparlos con todo tipo de artilugios. Pero, en realidad, puedes encontrar todos los elementos necesarios para montar tu propio estudio de fotografía por muy poco. Ésta es una salida para aquellos que quieran dedicarse a retratos o a fotografía de moda. Si ese es tu caso, Fotografia pyh puede ayudarte a perfeccionar tu trabajo y dirigirlo hacia tu sueño
Entre los beneficios de tener tu propio espacio para realizar fotografías está la libertad que supone, el control que tenes sobre los elementos y la posibilidad de experimentar.
Lo primero que has de conseguir es un buen espacio
Un estudio de fotografía es un centro de trabajo. Para ello, debemos asegurarnos de que vamos a poder desarrollar nuestra práctica profesional dentro del espacio que hemos elegido para ello.
Como recomendación, un estudio de fotografía ha de ser un espacio lo suficientemente grande como para que puedas introducir todo el equipo y que, aun así, haya espacio suficiente para todo el personal. Cada sesión fotográfica es un mundo, y debemos adaptar el espacio que tenemos a cada una de ellas. Pero lo que no podemos hacer es cerrarnos posibilidades. Por ello, siempre es mejor tener espacio que sobra que que nos falte espacio.
Normalmente las sesiones se desarrollan en un espacio de 4 o más metros de ancho y un mínimo de 5 metros frente a ellos. Así nos aseguramos de que en ese espacio sólo esté la escenografía o el marco que vamos a retratar y no haya ningún elemento que estorbe en la realización de la sesión. También es muy importante la altura del estudio, pues hay que tener en cuenta que nuestro material se va a componer de focos, sombrillas, trípodes altos, etc. con lo que debemos ser capaces de desplegar completamente el material sin tener problemas. Así, cuanto más alto sea el techo, más posibilidades nos permitirá. Con lo cual, debemos encontrar un espacio para tu estudio de fotografía en el que, además de ese espacio podamos colocar el resto del material. En cuanto al fondo que vamos a emplear normalmente está compuesto por un elemento de color blanco (una pared, una tela, pintura). Esto facilita el procesado de imágenes. Suele recomendarse que tenga un fondo curvo entre la pared y el suelo. Que no acabe en un ángulo recto sino que sea una transición más suave, sin unión perceptible, es mejor visualmente.
Domina la luz
La fotografía se basa, principalmente, en el juego con la iluminación y el color. Por eso, ser capaz de dominarla y contar con un buen equipo en tu estudio de fotografía que te aporte más opciones, es vital. En un estudio contamos, normalmente con más de una fuente de luz de una intensidad distinta cada una. Estas fuentes de luz pueden mezclarse para dar resultados sorprendentes.
Los elementos de iluminación que todo estudio ha de tener son:
Luz continua: Se diferencia del flash que es constante en el tiempo. No se trata de un fogonazo de luz, sino que está encendida en todo momento. Estas luces se calientan rápidamente y generan un gran consumo eléctrico, por lo que hay que tener cuidado. Además, calientes se rompen con mucha facilidad. Lo mejor es esperar a que se enfríen antes de manipularlas. La ventaja que tienen es que, a diferencia del flash, puedes ver en todo momento la iluminación que va a tener tu fotografía.
Flash externo: Es un fogonazo de luz empleado para resaltar ciertos aspectos de lo que queremos reproducir en nuestras cámaras. El flash externo suele ser pequeño, versátil y fácil de transportar. Unido a otros elementos utilizados para rebotar o difuminar la luz pueden darte grandes resultados. No tienes por qué limitarte a uno, puedes emplear varios flashes, radios de flash. Estos te permiten sincronizar el disparo de los flashes y que la iluminación sea óptima. También está la sincronización por fotocélula, pero no siempre es adecuada.
Flashes de estudio: De un tamaño bastante mayor, son los que se emplean en los retratos de personas. Son grandes y pesados, por lo que suelen quedarse en el estudio. Sus características y potencia lo hacen perfecto para aquellos profesionales que deseen jugar con la luz en el estudio. Pero, al ser una luz tan intensa, es importante que se le coloque algún difusor de luz o elemento que impida que llegue directamente al cuadro. Su mayor inconveniente es que no sabes cómo saldrá la toma con la luz del flash hasta que lo dispares. La luz de modelado te puede ayudar en este caso, pues se trata de una luz continua que emite casi el mismo efecto que el flash. Esto te permite trabajar en condiciones similares a la luz continua y saber a qué atenerte.
Pantallas reflectoras: Sirven para reflejar la luz. Según si necesitamos más intensidad o menos en un punto concreto, utilizaremos las pantallas de un modo u otro. Hay de varios tipos: blancas para dispersar la luz, doradas para luces cálidas, plateadas, negras… Todas ellas tienen su propia función. Por supuesto, hay que saber cómo manipularlas para obtener el mejor resultado.
Sombrillas: Es el elemento que más aparece en las películas. Se trata de un pequeño paraguas que rebota la luz del flash. Así, éste no incide directamente y la luz que llega es más suave. La distancia a la que se coloca la sombrilla implicará más o menos intensidad de luz.
Fotómetro o elemento para medir la luz en el estudio. Es importante que sepas cómo medir y controlar la iluminación y la exposición de tus fotografías para que éstas no se estropeen.
Estabilidad ante todo : Trípodes: El trípode es uno de los elementos más útiles con los que un fotógrafo puede contar. Proporciona estabilidad a la cámara e impide que la imagen salga borrosa por un error humano. Junto al trípode podemos tener un soporte para el flash, que nos permita colocarlo directamente junto a otras fuentes de luz.
En definitiva, un estudio de fotografía tiene una serie de elementos esenciales que no siempre tienen que ser demasiado caros. Si queres ser fotógrafo de estudio lo primero que debes hacer es dominar y conocer la técnica. Lo demás son meros artilugios de acompañamiento.